miércoles, diciembre 26
Pies y mi mamá.
debo reconocer qe extraño esa pena qe me hacía llorar como cabra chica, ayer estaba pensando qe la pena ya se me acabó pero qe ahora tengo otra hueá qe me está molestando.
no puedo dejar de mirarme los pies, y no puedo dejar de mover el dedo chico del izquierdo, ya se volvió manía.
bajo descalza a la cocina y siento la cerámica fría, mi papá me reta y me dice qe hasta cuando dejaré de andar descalza, yo no le respondo y abro el refrigerador, nunca hay nada rico y me da rabia porque cuando estaba mi mamá no faltaban los uno más uno o el néctar de naranja watts qe tanto me gusta. le tengo caleta de miedo a las arañas, sin embargo ando descalza todo el día, hasta en el patio, una vez casi piso una barata, no pude bajarme de la silla como en una hora.
últimamente siempre ando con los pies sucios, es como si los zapatos tuvieran barro, y a veces se me olvida y me acuesto con los pies coshinos. si estuviera mi mamá me retaría y me diría qe el detergente es caro y qe ella no es mi nana para andar lavándome las sábanas todas las semanas.
lo único malo de mi mamá es qe calza 35, entonces no podíamos compartir los zapatos así como las poleras porque yo calzo 37. igual me ponía sus chalas, no sé como pero lo hacía, y ella se daba cuenta después y decía qe se las iba a agrandar.
mi mamá me daba besos en los pies y a mi me daba cosquillas, pero yo nunca he dado besos en los pies, me da cosa, solo con las guaguas hago una excepción, es qe ni se parecen a los pies de los adultos.
Quisiera
Quisiera ser inteligente
Quisiera tener un don
Quisiera ser buena para algo
Quisiera cautivar a alguien
Quisiera sentirme bien
Quisiera estar contenta
Quisiera ser feliz.
sábado, diciembre 22
Números naturales
Sentada en la banca de la plaza encontré diez pesos, los tomé y guardé en mi bolsillo. Nueve minutos después de pensar en el dolor qe él me ocasionó me di cuenta qe faltaban ocho para las siete, y que iba muy atrasada a mi encuentro con la soledad. De seguro si hubiera salido a las seis hubiese llegado a tiempo, pero bastaron tan solo cinco segundos de mirar esa nefasta foto para hacerme llegar hasta aquí, a esta banca.
Cuatro años de mi vida junto a él, cuatro años qe ahora son nada.
Caminé rápidamente, si me apuraba qedaba la esperanza de qe aún estuviese allí. Sólo tres cuadras más y por fin volvería a ver sus ojos.
Y ahí estaban, su dos grandes ojos buscándome, suplicando perdón.
Un solo segundo bastó para hacerlo desaparecer.
Cero.
martes, diciembre 11
Camuflaje
A ti te agradezo mi palabra
los recuerdos
la piel
la nostalgia
el llanto
mi corazón roto.
Por ti tuve que aprender
a escribir en código
a decirlo pero no
para que no lo entendieras
y nunca descubrieras
que por ti
moría de amor.
lunes, diciembre 3
Piedritas en la ventana

De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
domingo, diciembre 2
Ausencia
Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.
¡Se te va todo, se nos va todo!
Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.
Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.
Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!
¡Se nos va todo, se nos va todo!
Harta de ellos.
Nadie es especial en realidad, son todos especiales y eso quita lo especial a todos los que supuestamente son especiales.
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