domingo, enero 25

Una muerte inesperada




está tan rica la noche, como fría, y me dan ganas de ponerme un pijama calientito, tomarme un té bien dulce y ponerme a ver una película bacán, para después quedarme dormida leyendo un libro bien triste. pero igual estoy en puros calzones, escuchando those dancing days y escribiendo lo que me gustaría hacer pero que no hago.

en fin, vine acá solo para registrar que ayer casi me atropellan y ha sido uno de los sustos más grandes de mi vida ( después de el ataque de piedras de los wanderinos en valparaíso ), no sé en que mierda estaba pensando, y lo más raro aún es que las veces que he contado el gran suceso, siempre digo que crucé corriendo porque el semáforo de peatones iba a dar rojo, pero en realidad eso es falso, porque ya estaba en rojo. yo creo qe el culpable de todo fue ese maldito taxi estacionado y los tres autos que le seguían, ya que me hicieron pensar qe el semáforo de autos ya iba a dar rojo, y por eso crucé corriendo; y bueno, derrepente llegó el auto asesino, el blanco asesino, que en una maniobra extraordinaria ( y unas pulentas llantas ) frenó haciendo un ruido estruendoso que hizo que todo el perímetro nos mirara horrorizados. claro, su semáforo estaba en naranjo, por lo que aceleró intentando alcanzar cruzar; pero no contó con que dos voladitos que ni se dignaron en mirar hacia los lados cruzaran corriendo como si la calle fuera suya.
es increíble, pero lo de las películas es cierto, eso típico de cuando alguien va a ser atropellado y el de atrás grita un "nooooooo", y el futuro atropellado se detiene en plena calle y mira al asesino sobre ruedas, lo que hace que sea atropellado instantáneamente, y uno dice "pero qé estúpido, película tenís que ser". pero así nos pasó a nosotros, claro que alcanzamosa cruzar y después detenernos como estúpidos, mientras un olor a quemado proveniente de las llantas y un humo invadía la calle. fue como si la punta del auto rozara nuestros talones, cosa de segundos.
aún no locreo, y cuando me acuerdo me da una cosita en la guatita.

es que en realidad no quiero morir atropellada, además, justo, pero justo ahora no tengo ganas.








1 comentario:

Anónimo dijo...

que fome morir atropellado, ademas los zapatos saltan lejos, es tan triste que pura gente desconocida te vea en ese estado... en realidad nunca me he puesto a pensar en como quiero morir, pero atropellada no creo que estaria entre las top ten.